En cuclillas, un anciano recogía agua turbia de un charco con un cubo. “Lo que más deseo es agua limpia”, le dijo a la persona del Banco Mundial que lo entrevistaba en una calle de Livingston en Zambia.
El experto, Delfín Go, llevaba a cabo en 1995 una encuesta regional de la institución en dicha ciudad. Mientras el hombre expresaba su anhelo por dicha necesidad básica, Go podía oír el rugir de las poderosas Cataratas Victoria a unos pocos kilómetros de distancia. El especialista nunca olvidó ese sonido de millones de litros de agua limpia.
Los objetivos de desarrollo del milenio (ODM), un conjunto de metas acordadas internacionalmente en 2000, miden el grado en el cual las personas de todo el mundo tienen acceso a una fuente de agua potable, educación, alimentos, atención médica y demás necesidades básicas.
El último
Informe sobre seguimiento mundial 2010: Los ODM después de la crisis, del cual Go es autor principal, estima el impacto de la crisis en los ODM y la capacidad mundial de encaminarse hacia el cumplimiento de dichas metas. Una parte de este análisis, elaborado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se basa en el último
Perspectivas de la economía mundial del
FMI.
Mundo en desarrollo en vías de reducir a la mitad la extrema pobreza de ingreso, pero no la hambruna
El informe afirma que, debido en gran medida al sólido avance de algunas regiones antes de la crisis financiera, el mundo en desarrollo en su conjunto se encuentra encaminado a reducir a la mitad la extrema pobreza patrimonial para 2015, la que ascendía al 42% en 1990.
Sin embargo y como resultado de la crisis, 53 millones más de personas permanecerán en la extrema pobreza en dicho año. En general, las proyecciones del informe señalan que la cifra de personas en esa condición podría ascender a 920 millones al cabo de cinco años, lo que indica una disminución respecto de los 1.800 millones de personas que se registraban en 1990 (véase la tabla,
próximamente en español).
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